El Banco Sabadell, presidido por Josep Oliu, ha tenido que adjudicarse hasta 35 millones de euros en metros cuadrados de la CAM, accionista de Hansa Urbana, tras la cancelación por parte del Gobierno de México del proyecto realizado hace 5 años.
El presidente de México, Felipe Calderón, anunció el pasado viernes la cancelación del proyecto turístico de Cabo Cortés, en Baja California Sur, en el noroeste del país, porque el grupo inversor español Hansa Urbana, empresa inmobiliaria y promotora de Alicante -participado por la CAM y promotor de la urbanización Novo Carthago, en el Mar Menor-, aún no ha demostrado científicamente que es sostenible. Calderón explicó que no se ha conseguido la «absoluta certeza» de que el desarrollo, que abarcaría una extensión de 3.800 hectáreas, «no generará un daño irreversible» al medio ambiente.
La promotora Hansa Urbana, que tiene entre sus accionistas a la CAM, compró 35,5 millones de euros en metros cuadrados en el estado mexicano de Baja California Sur, proyectando uno de los mayores complejo turísticos y residenciales realizados en esa zona de México. Dicha operación supondría, según proyectaron, una inversión cercana a los 740,2 millones de euros. Hansa Urbana tenía la intención de comenzar a vender los inmuebles proyectados entre diversos clientes de alto nivel adquisitivo, para recuperar la inversión.
Varias ONG como Greenpeace, comunidades locales y ambientalistas habían denunciado que el proyecto propuesto por la promotora amenazaba la reserva marina de Cabo Pulmo, declarada en 1995 área natural protegida y en 2005 Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.
La anulación del proyecto como fue planteado no significa, según Calderón, «que se deje en estado de indefensión a los inversionistas», a quienes propuso empezar de nuevo con un proyecto que sí sea compatible con la sostenibilidad. Según el proyecto original, Cabo Cortés incluiría un puerto deportivo de 490 amarres instalado sobre dunas, 27.000 habitaciones, 5.000 viviendas para los trabajadores y dos campos de golf.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental calificó la decisión de «un triunfo para la conservación, el cuidado del medio ambiente y la naturaleza».
Cabo Cortés hubiera sido el segundo proyecto de Hansa Urbana en México, donde la empresa ya estaba en Novo Cancún, con una inversión de 325 millones de dólares (240,5 millones de euros). La CAM aprobó para ello, otros dos créditos previos a Hansa Urbana, de 65 y 139 millones de euros.
Finalmente, los terrenos de Cabo Cortés no se podrán edificar. Sin embargo CAM no pierden las esperanzas, y confía en que el proyecto acabe saliendo adelante mediante el desarrollo de un proyecto turístico sostenible y adaptado al área natural.
Hasta entonces, el Banco Sabadell tendrá que cargar con el coste de los 35 millones de metros cuadrados de la CAM.