Banco do Brasil, controlado por el Estado, obtuvo en 2016 un beneficio neto de 8.034 millones de reales (unos 2.518 millones de euros), un 44,2 % menos respecto al año anterior.
Según informó el banco, en el cuarto trimestre de 2016, la entidad obtuvo una ganancia de 936 millones de reales (unos 293,2 millones de euros), lo que supone una caída del 61,6 % frente al mismo periodo del 2015.
La reducción del lucro en el cuarto trimestre coincide con el plan de reestructuración anunciado el año pasado por el Banco do Brasil, que incluye jubilaciones anticipadas e incentivadas y que tiene en su mira a unos 10.000 trabajadores.
El banco también informó que la cartera de crédito alcanzó el año pasado los 708.100 millones de reales (unos 216.185,3 millones de euros), un 11,3 % menos que en los últimos 12 meses.
La entidad ha detallado que sus activos totales cerraron en los 1,40 billones de reales (unos 438.003 millones de euros), un resultado prácticamente similar al del año anterior.
La crisis provocó un aumento del índice de impago (medido por las deudas sin pagar vencidas hace más de 90 días), que pasó del 2,38 % del valor de los créditos en diciembre de 2015 hasta el 3,29 % a finales de 2016.
Por otra parte, Itaú Unibanco y el Bradesco, las principales entidades privadas del país, también registraron una caída del beneficio en 2016, un año marcado por la fuerte recesión económica en la que se encuentra sumergido Brasil.
Itaú Unibanco obtuvo una ganancia de 21.639 millones de reales (unos 6.779,6 millones de euros) en 2016, lo que supuso una reducción del 7,4 % respecto del año anterior, mientras que el Bradesco obtuvo un lucro de 17.121 millones de reales (unos 5.357,3 millones de euros).