Josep Oliu, presidente de Sabadell, ha informado que se ha decidido posponer hasta 2018 la puesta en marcha del nuevo plan estratégico a tres años de la entidad.
Oliu realizó este anuncio durante la convención anual de directivos del banco, que reunió en Barcelona a 1.600 ejecutivos procedentes de toda España, Reino Unido, México y Estados Unidos.
Banco Sabadell anunció que 2017 será un año de transición para culminar la integración de TSB, y acabar de poner orden en la casa con un nuevo impulso al proceso de transformación comercial y ahorro de costes.
De esta manera, los objetivos y líneas maestras del nuevo plan estratégico 2018-2020 no se darán a conocer a los inversores y analistas hasta dentro de un año, por lo que 2017 será un ejercicio bisagra en el que la entidad se esforzará en acabar de limpiar los activos improductivos e introducir nuevos ajustes en la red para incrementar su rentabilidad.
«En España, las prioridades son el incremento del volumen de negocio y el margen; la rentabilidad, la transformación comercial y el aumento del ROE hasta apuntalar el porcentaje en dos dígitos», aseveró Oliu, que prevé que la mora se sitúe por debajo del 5% a finales de 2017.
Durante los tres años de vigencia del Plan Triple, Sabadell ha multiplicado por 3,3 su beneficio neto, al pasar de 248 millones a cerca de 800 millones de euros con los que prevé cerrar este año. Inicialmente, el plan preveía alcanzar unas ganancias de mil millones, pero la nueva circular del Banco de España ha trastocado este objetivo, junto con los bajos tipos de interés.
Durante la jornada se resaltó que entre 2013 y 2016, Sabadell ha reducido sus activos problemáticos en 7.471 millones y su ratio de morosidad en 750 puntos básicos. Asimismo, ha cumplido con sus objetivos de internacionalización con la compra de TSB, que ha permitido elevar del 5% al 32% el volumen de negocio en el exterior.