El banco francés Crédit Agricole ha anunciado que suprimirá 2.350 empleos a nivel internacional, 850 en Francia y 1.500 en el resto del mundo, por los nuevos planes de negocio de la entidad, que también cesará sus actividades de banca de inversión en 21 países.
En concreto, la entidad tiene previsto recortar 1.750 puestos de trabajo en su división de banca financiera y de inversión, de los que 550 se producirán en Francia, y los 600 restantes corresponderán a su unidad de créditos al consumo, la mitad de ellos en el país galo.
El objetivo del banco con este nuevo plan de reformas es crear un nuevo modelo de banca de inversión y corporativa que esté centrado en la distribución, y los servicios a grandes clientes y defiende que mantendrá su papel como principal financiador de la economía francesa.
Para centrarse en sus principales clientes, la Crédit Agricole ha decidido cerrar las operaciones de su banca de inversión en 21 países, aunque seguirá presente en otros 32 que representan el 84% del PIB mundial, así como el abandono de ciertas actividades, como las materias primas y los derivados de capital.
Asimismo, también informa de que, pese a las «complicadas condiciones de mercado» que existen actualmente, Crédit Agricole Group registrará beneficios en 2012, pese a que la matriz Crédit Agricole S.A. cerrará el año con pérdidas en términos consolidados.
Estos recortes obedecen a los cambios anunciados por la entidad a finales de septiembre para ajustar su negocio al «nuevo entorno operativo», entre los que se incluía llevar a cabo una reducción estructural de su deuda de 50.000 millones de euros entre junio de 2011 y diciembre de 2012. A finales de octubre de 2011, ya se había logrado reducir la deuda en 9.000 millones de euros.