Barclays ha anunciado que espera que Repsol reduzca en 1.500 millones de dólares (unos 1.315 millones de euros) las inversiones comprometidas en actividades exploratorias, después de la reestructuración de sus participaciones en proyectos de Alaska, y las señales ya lanzadas en torno a las campañas para los ejercicios 2015 y 2016.
La entidad ha resaltado que este recorte permitirá a la compañía hacer frente en mejores condiciones a los actuales precios del crudo y ofrecer a futuro un plan más acorde al actual contexto.
«Seguimos viendo valor en las acciones, pero también dejamos constancia de que se necesita una estrategia realista y creíble para obtener la confianza de los consumidores», señalan los analistas de Barclays, que asignan un precio objetivo de 22 euros a los títulos de la compañía.
Los analistas del banco destacan la «resiliencia» del negocio de ‘downstream’ de Repsol y su capacidad para convertirse en uno de los puntos de anclaje para superar la fase actual de precios bajos del petróleo.
Junto a esto, indican que continúa el esfuerzo de la compañía iniciado tras la compra de Talisman por reducir compromisos de inversión y desapalancarse. La empresa ya ha vendido activos no estratégicos por valor de 977 millones (685 millones de euros), a lo que se suma ahora la reestructuración de participaciones en Alaska, que permitirá evitar gastos futuros por valor de 800 millones de dólares (unos 700 millones de euros).
Esta menor inversión dará una «base positiva» a la presentación mañana del plan estratégico hasta 2020, en la que la dirección dispondrá de «una oportunidad para ofrecer la claridad necesaria acerca de su visión sobre el futuro del negocio de ‘upstream'».
La reestructuración en Alaska, «junto con la reducción de participaciones en otros proyectos, significa que el descenso de las inversiones comprometidas de Repsol es superior a los 800 millones de dólares (unos 700 millones de euros) y podría estar cercano a los 1.500 millones de dólares (1.315 millones de euros)», indican.