Banco Santander y Caixabank, entidades presididas por Ana Botín e Isidro Fainé, respectivamente, son los dos bancos de origen español que se mantienen en la recta final de la subasta de Novo Banco, que es el nombre actual del Banco Espíritu Santo tras ser intervenido por las autoridades portuguesas el pasado mes de agosto.
Esta misma semana, el Gobierno portugués ha señalado que las iniciativas de Banco Santander y Caixabank para hacerse con Novo Banco, la tercera mayor entidad financiera del país, son «bienvenidas», aunque ha precisado que hay «varios candidatos».
El ministro de Economía de Portugal, Antonio Pires de Lima, se ha referido así en el Foro Joly Andalucía al interés de ambas entidades españolas de hacerse con el banco portugués.
Ha explicado que no es una decisión que vaya a tomar el Gobierno portugués y que se trata de una posibilidad que respetarán «en cualquier caso», aunque ha resaltado que «es muy importante que Novo Banco vuelva al mercado normal».
Banco Santander presentó en marzo una oferta no vinculante para adquirir el Novo Banco, mientras que también están en la lista de aspirantes el portugués BPI (con el 44 % de Caixabank), los chinos Bank of China, Fosun y Angbang Insurance Group y, además, el estadounidense Apollo.
Con activos por valor de 72.465 millones y una cuota de mercado del 18%, Novo Banco cayó en 2014 un puesto en el ránking de mayores bancos lusos hasta el tercer lugar, después de haber perdido unos 10.000 millones en activos desde la quiebra del BES el pasado verano.
Recientemente, Banco Santander ha firmado un protocolo de intenciones con la Universidad de Georgetown para apoyar una nueva iniciativa sobre economía social.
Ana Botín, presidenta de Banco Santander, junto a John DeGioia, presidente de la Universidad de Georgetown, firmaron este proyecto centrado en banca social, finanzas sociales y emprendimiento social.