Goldman Sachs ha señalado que prevé un repunte en el valor de las materias primas. La entidad financiera estadounidense sostiene su opinión de que una caída en la oferta producirá, inevitablemente, un incremento en los precios al cierre de este año, manteniendo sus estimaciones iniciales positivas sobre el sector.
Jeffrey Currie y otros analistas han indicado en un informe que los inversores deberían sostener posiciones al alza en el petróleo West Texas Intermediate y también en el cobre. De igual forma, los analistas han confirmado sus proyecciones de precios para los dos productos básicos durante el segundo trimestre del año, los cuales están muy por encima de los niveles actuales.
El índice de materias primas de Bloomberg, que mide el rendimiento de estas materias, disminuyó un 3,4% la semana pasada en la caída más importante desde julio de 2016, perjudicada por los descensos más pronunciados en el petróleo y el níquel. De acuerdo a lo señalado por Goldman Sachs, la liquidación estuvo marcada por el nerviosismo no justificado a una desaceleración en China, debido a que la demanda del gigante asiático continua incrementándose.
Los analistas de la entidad han señalado que, a pesar de esta caída, los contratos relacionados con el petróleo y el cobre en el corto plazo siguen registrando un mejor rendimiento que los futuros en el largo plazo, una clara señal de que los fundamentos del mercado subyacente continúan ganando fuerza.
Currie ha asegurado en el informe que «todas estas preocupaciones están fuera de lugar y argumentan que el mercado debe tener un poco de paciencia y esperar a que los fundamentos se materialicen».
Goldman Sachs ha mantenido su estimación de precios para el WTI, crudo de referencia en Estados Unidos, a 57,50 dólares (54,09 euros) el barril, y para el cobre en el London Metals Exchange a uno 6.200 dólares (5.832 euros) la tonelada métrica. Actualmente, los precios se encuentran en 48 dólares (45,15 euros) el barril y 5.700 dólares (5.362 euros) la tonelada.