Morgan Stanley ha señalado la pasada semana que el crecimiento de América Latina será nulo en el próximo año. En su opinión, la economía global, sumida en la incertidumbre por la eventual normalización de tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y por el ajuste en China, es un viento en contra para toda la región latinoamericana.
Siguiendo esta línea de pensamiento, el banco estadounidense ha señalado que la región ya tiene “las manos llenas” ocupadas con su propio ajuste, básicamente por sus bajos términos de intercambio y la fortaleza que presenta el dólar.
Morgan Stanley señala que “lo que todo esto significa es que (…) estamos otra vez revisando nuestra perspectiva y ahora no vemos ningún crecimiento en 2015, seguida de una recuperación anémica por debajo del consenso”, destacando que las bajas expectativas de crecimiento en los países de la región son bastante generalizadas.
Específicamente en el caso de Brasil, prevé una recesión más importante que se extenderá hasta el 2016, como consecuencia de “algunas heridas autoinfligidas” y por no llevar a cabo el ajuste fiscal que se había previsto inicialmente.
Como consecuencia de un menor crecimiento potencial de Estados Unidos, Morgan Stanley indica que México deberá “sentir la mordedura”, y crecerá un 2,5% para el año que viene.
Para Argentina, estiman una leve contracción del 1% para el próximo año, y ha destacado que las previsiones no pueden ser del todo exactas debido a que la dirección de la política puede variar según los resultados de las elecciones de octubre.
Por último, Morgan Stanley ha señalado que “Colombia se encuentra en las primeras etapas de su ajuste y se enfrenta a preguntas difíciles por delante, incluyendo un ajuste fiscal desafiante. A Chile, con su ajuste, y a Perú, debe irles relativamente mejor, pero en general 2016 se perfila como un año difícil”.