El nuevo consejero delegado de Deutsche Bank, John Cryan, ha señalado que sus objetivos son recortar los gastos de la entidad, aumentar su rentabilidad, y ayudar al banco alemán a superar sus problemas con los reguladores.
Uno de los mayores cambios será la reducción de costes en las operaciones de banca de inversión que Deutsche Bank tiene en Rusia. La preocupación sobre el posible blanqueo de capitales de clientes rusos a través de operaciones gestionadas por Deutsche Bank, ha provocado investigaciones de los reguladores europeos y estadounidenses. Deutsche anunció en julio que estaba revisando las operaciones llevadas a cabo por «ciertos clientes» a través de las oficinas que el banco tiene en Londres y Moscú.
El banco también está llevando a cabo controles internos para evitar transferencias de dinero que violan las normas internacionales de blanqueo de capitales. Los recortes en Rusia afectarían a unos 200 empleados de la banca de inversión.
Aunque Deutsche Bank lleva décadas haciendo negocios en Rusia, el hecho de que el banco se plantee reducir su presencia en el país pone de manifiesto que su prioridad es resolver los asuntos que tiene pendientes con la autoridad reguladora.
Estos planes, que representan importantes cambios para la entidad, incluirían el cierre de las operaciones en algunos países, así como la revisión de algunos altos cargos.
El consejo de administración de Deutsche Bank, compuesto por diecinueve miembros, tiene previsto discutir todos estos cambios estratégicos.