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Ana Botín: «Un país que quiera ser dueño de su destino requiere un sistema universitario de calidad, accesible y comprometido”

Ana Botín: "Un país que quiera ser dueño de su destino requiere un sistema universitario de calidad, accesible y comprometido”

En el marco de la presentación del XIII Informe CyD, de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, Ana Botín, presidenta de Banco Santander, aseguró que la educación debe ser una prioridad para todo tipo de entidades e instituciones en el marco de una revolución tecnológica, y destacó el papel de las universidades en la construcción de sociedades sostenibles.

En concreto, Ana Botín, que también es presidenta de la Fundación CyD, aseguró que «la educación debe ser una prioridad para todos -universidades, administraciones públicas y agentes económicos y sociales- y, de forma particular, para las empresas, que compartimos espacios comunes cada vez más amplios con las instituciones educativas».

Y añadió que “en el mundo actual, donde hay tantas incertidumbres y desafíos, las universidades son decisivas para lograr construir sociedades más sostenibles, que sepan integrar culturas diversas y tengan una visión de futuro abierta e inclusiva».

En esta edición, el Informe de la Fundación CYD sobre la contribución de las universidades españolas al desarrollo, destaca que las universidades españolas empiezan a reflejar un cambio de tendencia de la situación económica general. También resalta una mejora en la empleabilidad, pues el paro entre los universitarios españoles en 2016 fue del 10,9%, acortando en tres puntos la brecha con la UE en los tres últimos años.

Al respecto, Ana Botín indicó que la sociedad actual está al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en de vivir, trabajar y relacionarse.

La presidenta de Banco Santander se preguntó «si en un futuro cercano tendremos también a robots matriculados en las universidades (en cuyo caso espero que permitan aplicar libertad de tasas), pero confío en que sigamos formando personas que puedan liderar el futuro, con capacidad de asumir riesgos y gestionar el cambio, con visión global y sensibilidad social. Estamos en un momento crítico para la sociedad. Y las universidades tendrán de nuevo, un papel clave como depósito y motor del conocimiento”.

Según el informe, las mejoras más destacadas en 2016 son el fomento de la cultura emprendedora en la universidad, la formación de capital humano y la colaboración creciente entre el mundo académico y la empresa.

Durante el acto de presentación de la investigación, Ana Botín señaló que «un país que quiera ser dueño de su destino requiere un sistema universitario de calidad, accesible y comprometido. Debemos invertir de manera decidida en las universidades para que puedan conseguir los recursos necesarios, económicos y humanos, para dar respuesta a las demandas de la sociedad actual. Y ésta es tarea de todos, de las universidades, de las instituciones públicas, de las empresas y de la sociedad».

La investigación también indica que el 34,4 por ciento de los contratos realizados en 2016 con graduados universitarios fueron para que desempeñaran tareas de baja cualificación, siete décimas más respecto al año precedente. Además, el 36,8% de todos los graduados superiores que trabajaban el pasado año lo estaban haciendo en puestos de baja cualificación.

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