El luso Banco Internacional de Funchal registró una ganancia neta de 6,5 millones de euros en el primer trimestre de 2015, frente a los 39,7 millones de pérdidas que tuvo durante el mismo período de 2014.
La Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) de Portugal recibió un comunicado por parte de la institución financiera, uno de los cinco bancos principales del país, donde explican que dichos resultados son producto de “una fuerte reestructuración” que tuvo como un primer efecto el recorte del 20% de su plantilla de trabajadores. Durante la reciente crisis, el banco recibió 1.100 millones de euros en rescate por el gobierno portugués durante el momento más agudo de la crisis, lo que le permitió recapitalizarse.
Jorge Tomé, presidente de la entidad, afirmó que el 60% del capital correspondiente a la ayuda estatal está en “fase acelerada” de venta, en una franca búsqueda de inversores ancla; una reiteración de lo comunicado en un comunicado anterior dirigido a dicho ente regulador, en la que el banco está en búsqueda de un “accionista estratégico de referencia, que sustituya la participación del Estado”.
Dicho rescate fue aprobado por sus accionistas en enero de 2013, decisión que logró la subida de hasta 20% del valor de sus acciones cotizadas en bolsa. Este rescate formó parte de un plan de ayuda pública que incluyó no sólo al Banco Internacional de Funchal, sino a otros dos bancos del país: el Banco Comercial Portugués (BCP) y el Banco Portugués de Inversiones (BPI). El monto total de la ayuda desembolsada por el Gobierno portugués fue de 5.600 millones de euros.