Wells Fargo ha anunciado que estima un impacto negativo de hasta 700 millones de dólares (630 millones de euros) como consecuencia de las batallas legales sobre las cuentas creadas fraudulentamente por sus empleados.
La entidad financiera ha calculado que, al 30 de septiembre de este año, las “razonablemente posibles” pérdidas por litigios de la compañía son de 1.700 millones de dólares (1.531 millones de euros), frente a las pérdidas de 1.000 millones de dólares (897 millones de euros) que se habían proyectado el pasado mes de junio.
Wells Fargo ha informado a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) que “el nivel más alto de las razonablemente posibles pérdidas potenciales por litigios que excedan el pasivo de la compañía para pérdidas probables fue de aproximadamente 1.700 millones de dólares a fecha de 30 de septiembre de 2016”.
El banco ha señalado que es “inherentemente difícil” poder determinar si cualquier pérdida es probable o posible, y ha destacado que resulta muy difícil poder calcular la cantidad de las pérdidas.
El pasado mes de septiembre, Wells Fargo recibió una multa de 185 millones de dólares (167 millones de euros) por las malas prácticas detectadas entre los años 2011 y 2015, cuando se crearon un aproximado de 1,5 millones de cuentas de depósito sin tener el consentimiento de los clientes y se solicitaron cerca de 0,5 millones de tarjetas de crédito.
Esta sanción trajo como consecuencia la renuncia de John Stumpf, consejero delegado de Wells Fargo, de un premio de 41 millones de dólares (37 millones de euros) en acciones, y el despido de 5.300 empleados de la entidad financiera.