El supervisor bancario del Principado de Andorra ha intervenido este martes a la Banca Privada d’Andorra (BPA), después de recibir una comunicación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en la que señala a esta entidad dentro de una lista de seis bancos a los que considera “de preocupación de primer orden en materia de blanqueo de capitales”.
El supervisor ha señalado que la investigación se centra en la canalización de fondos obtenidos con actividades ilegales en Rusia y China, entre otros lugares, y que se enviaban a Estados Unidos en transferencias directas por importes de cientos de millones de dólares.
El comunicado del Departamento del Tesoro de Estados Unidos explica que “los gestores de BPA crearon servicios financieros a medida para estos clientes con el objetivo de ocultar la procedencia del dinero”.
Las autoridades estadounidenses han propuesto una serie de medidas que van a limitar la capacidad operativa de la entidad. La propuesta abre un periodo de 60 días después del cual se resolverá sobre la aplicación efectiva de estas medidas.
El jefe de Gobierno de Andorra, Toni Martí, ha designado a dos interventores “para garantizar la continuidad de la operativa normal de la entidad, proteger a sus clientes y velar por el buen nombre y la integridad de la plaza financiera andorrana”. Por otra parte, ha explicado que “no se trata de una situación de riesgo de solvencia o problemas de balance”, sino de “un caso de presuntas malas prácticas”.
El Gobierno ha destacado que “Andorra siempre ha cumplido con sus obligaciones en materia de lucha contra el blanqueo de capitales”.
Según información de su página web, Banca Privada d’Andorra declara un volumen de negocio de 8.071 millones de euros.