El Banco de Japón (BOJ) inició hoy su reunión mensual de dos días para analizar su política monetaria y los resultados de su último informe «Tankan» de coyuntura económica, sin que se esperen nuevas medidas de flexibilización.
Está previsto que la junta de política monetaria del BOJ examine también el impacto de la expansión del programa de compra de activos decidida en febrero, cuando hizo una ampliación por 10 billones de yenes (unos 94.000 millones de euros) para inyectar liquidez al mercado.
En esta ocasión no se esperan más medidas de flexibilización, pese a que algunos sectores políticos han instado al emisor japonés a actuar con más contundencia para impulsar el crecimiento de la tercera economía mundial.
Tampoco hay previstos cambios en los tipos de interés, que permanecen en el bajísimo nivel de entre el 0 y el 0,1 por ciento desde diciembre de 2008, cuando los rebajó desde el 0,3 por ciento para afrontar la crisis económica.
En la reunión que comenzó hoy se repasarán los resultados del último informe trimestral «Tankan», difundido a principios de mes y que mostró que la confianza empresarial nipona sigue en negativo, igual que en los tres meses precedentes, aunque se espera una mejoría en el próximo trimestre.
La evolución de los precios también será analizada por el BOJ, que en febrero fijó en el 1 por ciento la meta de inflación a corto plazo en un reflejo de su compromiso de combatir la persistente deflación que atenaza la economía nipona.
La reunión del BOJ tiene lugar después de que el pasado viernes el gobernador de la entidad, Masaaki Shirakawa, se reuniera con el primer ministro nipón, Yoshihiko Noda, para intercambiar opiniones sobre la política necesaria para alentar la recuperación del país tras el terremoto y tsunami de marzo de 2011 y reducir la deflación.