BBVA, presidido por Francisco González, lanzó este martes una emisión de cédulas hipotecarias a 7 años, por un importe de 1.250 millones de euros, consiguiendo un precio de 52 puntos básicos.
Según han explicado fuentes del mercado, la demanda ha sido muy elevada, de 2.700 millones, y eso ha hecho que el precio se estrechara desde los 60 puntos básicos de primera hora, para terminar en los citados 52 puntos básicos sobre el «midswap», tipo de referencia para estas emisiones, el precio más barato al que los bancos españoles han colocado cédulas en lo que llevamos de año.
Por distribución geográfica, un 41% de la deuda se ha colocado entre inversores alemanes y austríacos; un 18% entre españoles; un 10% entre nórdicos; un 9% entre franceses y los países del Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo) y un 8% entre italianos.
Además, otro 4% de la deuda se ha colocado entre inversores de Asia; otro 3%, de Reino Unido e Irlanda; y otro 2% de Suiza.
Por tipo de inversores, los principales compradores han sido los Bancos Centrales y Organismos oficiales (37%); seguidos de gestores de fondos (27%); seguros y fondos de pensiones (18%) y bancos (17%).
Los bancos que han actuado como colocadores de esta emisión han sido el propio BBVA, Citigroup, Crédit Agricole, Loyd’s Bank y Sociètè Gènèrale.