Moody’s ha mejorado la perspectiva del sistema bancario del Reino Unido desde ‘negativo’ hasta ‘estable’.
La agencia de calificación crediticia ha tomado esta decisión pues considera que las entidades británicas seguirán «sanas» gracias a la mejora de sus condiciones de capital, la «buena» calidad de los préstamos y la «robusta» liquidez.
Andrea Usai, vicepresidente senior de Moody’s, ha señalado que «las métricas de crédito clave de los bancos se han fortalecido en general respecto a hace un año» y ha agregado que aunque se espera que el entorno operativo «se deteriore» como consecuencia del Brexit, los bancos están bien situados para hacer frente a condiciones más duras.
La agencia de calificación también ha indicado que la rentabilidad de los bancos se va a mantener estable.
Por otro lado, Moody’s prevé un desaceleramiento de la economía del Reino Unido, que podría afectar no sólo los ingresos de los bancos, sino también la calidad crediticia de los mismos. Sin embargo, la «robusta solvencia» del sector bancario permitirá absorber cualquier pérdida.
La agencia ha asegurado que los bancos del Reino Unido cuentan con perfiles de crédito saludables, con una mora del 2,2% de los préstamos brutos al cierre de 2016, frente al 2,7% del año 2015. El incremento de la competencia y los bajos tipos de interés también podrían afectar los márgenes netos de los intereses de los bancos.
Para finalizar, Moody’s ha explicado que «las principales fortalezas crediticias de los bancos del Reino Unido» son la capacidad de financiación y la liquidez, debido a sus facilidades de acceso a los mercados mayoristas.