La banca española precisaría al menos cuatro años para cubrir los saneamientos adicionales que se pedirán al sector tras las auditorias externas.
Las especulaciones sobre cuánto dinero adicional necesitará la banca española para completar su saneamiento no cesan, a la espera de que los auditores externos, Oliver Wyman y Roland Berger, revelen sus conclusiones para finales de este mes. Los cálculos que se manejan en el sector financiero, apuntan a un total de entre 50.000 y 70.000 millones.
Si a esta cifra se restan otros 15.000 millones que, según este cálculo, se corresponderían, por su peso, al negocio doméstico de Santander y BBVA, y los 7.000 millones de Bankia, quedaría algo menos de 50.000 millones. Para poder cubrirlos con sus cuentas de resultados, el resto de los bancos necesitaría al menos cuatro años, si fuera capaz de mantener la capacidad de generación de margen del último ejercicio.
De hecho, en 2011, las entidades de depósito españolas generaron un margen neto (el resultado antes de descontar las provisiones y el deterioro de activos) 47.658 millones de euros.
Aún no se sabe cómo el Gobierno recogerá en la normativa las indicaciones que salgan de las auditorias. En el sector se especula con que Economía prepare un nuevo Real Decreto, para incorporar las exigencias de provisiones sobre créditos sanos no inmobiliarios. Algo sobre que el Ministerio, por el momento, no quiere hacer comentarios.
Este año las entidades están acelerando la venta de participaciones y activos no estratégicos para reforzar los ingresos, según fuentes del sector. Estas ventas pueden suponer un empujón que dé a los bancos más margen de maniobra para cumplir con la regulación fijada.
La cifra final que tendrá que salir de las arcas públicas aún no se conoce. Eso sí, la intención del Gobierno español es que sea Europa quien la inyecte directamente en los bancos a través del fondo de estabilidad que empezará a operar en julio.