Pepper ha informado que las conversaciones que estaba sosteniendo con el Banco Popular para crear una sociedad conjunta de financiación al consumo, han culminado sin éxito.
El acuerdo se había firmado en junio de 2016, pero el pasado mes de febrero Pepper dijo que las negociaciones estaban yendo más despacio de lo previsto.
Esta alianza establecía que Pepper iba a adquirir el 50% de Popular Servicios Financieros, a la que ambas entidades iban a inyectar unos 100 millones de dólares americanos (93 millones de euros) para crecer en España y Portugal. Además, Popular se comprometía a comprar un 5% de las acciones de Pepper, ampliable hasta el 20%.
En un comunicado emitido esta semana, Pepper ha explicado que la decisión de no seguir adelante con este emprendimiento se debe a un cambio en las prioridades estratégicas.
El grupo financiero de Australia ha agregado que mantiene su compromiso con su negocio actual de financiación al consumo en España y que confía en su futuro en solitario.
Desde el verano pasado, el Banco Popular se ha visto afectado por una fuerte crisis por la que se ha renovado por completo su cúpula directiva, que era la que había iniciado las negociaciones con Pepper.
Hace tres semanas, Popular anunció que Emilio Saracho, un histórico de la banca de inversión española, sería el encargado de sustituir a al presidente anterior Ángel Ron, cuya salida se vio forzada por los accionistas más importantes de la entidad bancaria.
El pasado lunes se dio a conocer públicamente la dimisión de Pedro Larena, el consejero delegado, el mismo día en que Banco Popular admitió que tendría que llevar a cabo una serie de ajustes en su balance después de una auditoría interna.