Credit Suisse ha registrado unas pérdidas de 2.944 millones de francos suizos (2.640 millones de euros) al cierre de 2015, frente a los 1.875 millones (1.685 millones de euros) de beneficio que obtuvo en 2014.
Las pérdidas, que se ubicaron por encima de las previsiones realizadas por los analistas, son consecuencia de los extraordinarios negativos por 3.800 millones de francos suizos (3.412 millones de euros) relacionadas con la compra en el año 2000 de Donaldson, Lufkin & Jenrette.
Tidjane Thiam, consejero delegado del grupo, ha señalado que los resultados ordinarios son esperanzadores, a pesar de las difíciles condiciones de los mercados, especialmente en el último trimestre.
El CEO ha comentado que “el cuarto trimestre de 2015 ha sido caracterizado por la volatilidad del mercado, presiones sobre la liquidez de los mercados, la fuerte caída del precio del petróleo, el aumento de los spreads del crédito, las incertidumbres relacionadas con la asincronía de las políticas monetarias e importantes reembolsos de fondos de los partícipes que han afectado al precio de los activos”.
Thiam también ha reconocido que las condiciones del mercado durante este primer trimestre continúan marcadas por la volatilidad, como consecuencia de las incertidumbres macroeconómicas.
Credit Suisse, que desde la llegada del nuevo consejero delegado se ha centrado en las actividades de banca privada, evitando el foco en la banca de inversión, afirma que ha avanzado velozmente en su previsión de disminuir los costes. La entidad suiza ya ha alcanzado el 34% de los metas fijadas en ahorros para 2018, es decir 1.200 millones de francos (1.077 millones de euros) del total de los 3.500 millones (3.141 millones de euros) planificados.