La disputa por la compra del portugués Novo Banco se mantiene entre dos entidades financieras de China y una firma de Estados Unidos.
Novo Banco fue creado hace poco menos de un año después del colapso del Banco Espírito Santo (BES).
La prensa de Portugal ha asegurado en sus publicaciones de esta semana que sólo las compañías chinas Fosun y Angbang, así como el fondo estadounidense Apollo, llegaron a la última fase de este concurso de venta, que se espera resolver en las próximas semanas.
La creación de Novo Banco, que heredó los activos sanos de la entidad intervenida BES, requirió una recapitalización de 4.900 millones de euros pagada por todos los miembros del sector financiero portugués de forma proporcional a su tamaño, gracias a la intermediación del llamado Fondo de Resolución.
En su momento, este Fondo de Resolución no disponía de recursos suficientes para llevar a cabo esta operación, por lo que Portugal le concedió un préstamo de 3.900 millones de euros que deberá ser devuelto antes de que finalice 2016.
Los medios de comunicación en Portugal han especulado en relación a que la venta del Novo Banco no se producirá por los 4.900 millones de euros que costó crearlo, de modo que se van a registrar pérdidas que deberán ser asumidas por las entidades financieras.